viernes, 27 de diciembre de 2013

La Carrera de Boca y el sueño de muchos


A pesar del intenso calor, más de 8.000 personas corrieron la Carrera de Boca que les permitió cumplir el sueño de pisar el césped de la Bombonera. Bianchi y los jugadores felicitaron a los participantes a través de un video. El ganador de los 12km versión masculina fue Claudio Jofré de Río Cuarto (42´24'') y en damas, Gabriela López (51´19”).

Cuando el arte no es puro cuento

Sobre la fascinación por la obra de Ron Mueck en el barrio de La Boca.


Qué hacen cientos de personas paradas al sol, un domingo de noviembre en La Boca? ¿Qué esperan, en largas filas que serpentean y avanzan lentamente sobre la vereda, junto al Riachuelo, mientras otros cientos de personas salen desde todas las esquinas y enfilan hacia la cancha de Boca? Esperan, con paciencia, para tener un encuentro con el asombro.

Nadal, pasión por Boca

El mallorquín y Djokovic aparecen en la Bombonera en el descanso del partido entre el popular equipo argentino y All Boys vestidos de azul y amarillo


Redacción. Palma Rafel Nadal y Novak Djokovic, números uno y dos del mundo, fueron las grandes atracciones en el descanso del partido que el pasado domingo disputaron en la Bombonera el Boca Juniors y el All Boys. Los mejores tenistas del planeta no quisieron perderse la experiencia de vivir un partido en un estadio mítico y se pusieron la azul y oro para lanzar unos penaltis en el descanso del partido. Nadal lanzó tres y marcó dos al guardameta Sebastián D´Angelo.

La muestra de Ron Mueck es furor


No sólo de camisetas azul y oro se vistió ayer La Boca. Cuando el barrio era un desfiladero de xeneizes, bien cerca del río, en la Fundación Proa, la cola para ver la muestra escultórica del artista australiano Ron Mueck duraba alrededor de una hora y media: es que el sábado visitaron la exposición unas 2.400 personas y, ayer, casi una hora antes del cierre de puertas, habían pasado unas 2.000.

Henry Ford y la Argentina de la primera globalización


En 1913, la Argentina tenía el sexto PBI per cápita del mundo y una economía fuertemente integrada al comercio internacional de la primera globalización, liderada por Gran Bretaña.

En ese año se inauguró en Buenos Aires la línea A del subterráneo, el primero de América Latina, y al siguiente abriría sus puertas la sucursal porteña de la británica Harrods .

Un juez ordenó la puesta en valor de Barraca Peña

Preservar y valorar (el patrimonio) es nuestra obligación como gobierno y también nuestra voluntad como ciudadanos." Las palabras expresadas por el ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Chain, deberían bastar para que la comuna acate la decisión del juez Pablo Mántaras, titular del Juzgado N° 3 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario. El magistrado hizo lugar a un recurso de amparo que solicitaba la puesta en valor del complejo histórico Barraca Peña, ubicado en el barrio de La Boca, a orillas del Riachuelo.


El escrito, presentado por el ex legislador Milicíades Peña, exige "cesar en la omisión de control de la preservación, salvaguarda y protección del conjunto de los bienes muebles e inmuebles que componen la Barraca Peña sito en la calle Vespucio Nº 499 y proceda a la restauración, reconstrucción y protección total del mismo en un plazo no mayor a 180 días”.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Turistas en la mira: vecinos de La Boca denuncian que hay más robos en el barrio

Hay asaltos a comercios y arrebatadores que atacan a turistas en los alrededores de Caminito. En la fiscalía también dicen que subieron los hechos violentos. La gente pide más agentes de Prefectura.


Bolsos, mochilas, cámaras de fotos. En la zona turística de La Boca, punguistas y arrebatadores esperan un descuido de los turistas.

Los turistas llegan a la Boca en busca del pintoresquismo porteño que ven en las guías. Casas de chapas y colores, un extraño y atractivo río oscuro, tango, la Bombonera y las cantinas italianas. Pero muchas veces, del ensueño a la pesadilla hay un paso. Eso es lo que padecen muchos visitantes de este barrio porteño. Allí, en una zona que se podría delimitar entre la avenida Almirante Brown, los terrenos de Casa Amarilla, y las calles Espora y Suárez, los comerciantes y vecinos denuncian que en los últimos meses se incrementaron los asaltos y arrebatos porque bajó la custodia de Prefectura.

Boca, la envidia nacional: en el extranjero lo catalogan como el club argentino más valioso

Mientras se discute el nivel de juego del elenco de Carlos Bianchi, el "Xeneize" volvió a dar muestras de grandeza a nivel institucional. Según una publicación de la revista Forbes, el club de La Ribera es la entidad más importante de Argentina y figura dentro del top ten de América.


Boca no tiene un buen andar en el Torneo Inicial, pero ante la irregularidad del resto está muy cerca de la cima, hoy "custodiada" por San Lorenzo. Igualmente, el "Xeneize" tiene otro motivo muy importante para festejar y los hinchas, para inflar el pecho.

Nadal y Djokovic armaron su partido en la Bombonera

Nole recibió algunos silbidos por una supuesta simpatía por San Lorenzo, pero aclaró que sólo es de Boca.


Va el 10 de Boca, acomoda desde el punto del penal y patea. Todos miran, con ansiedad. El arquero vuela y despeja las ilusiones que cargaba el remate. En la tarde de la Bombonera, el que remata no es Juan Román Riquelme, que a tales alturas del día ya se preocupa por una nueva lesión. El que emprende el disparo es Rafael Nadal, el número 1 del tenis mundial. A su lado, el 2, Novak Djokovic mira tímidamente. Y es que los dos mejores tenistas del mundo pasaron por la cancha de Boca y durante el entretiempo disputaron un risueño torneo de penales en uno de los arcos. La tarde de excursión al templo del fútbol los tuvo felices.

martes, 12 de noviembre de 2013

El Hospital Cosme Argerich cumplió 116 años

Dr. Nestor Hernandez - Director Hospital Cosme Argerich
 Su Director repasa la historia, destaca la actualidad y plantea los desafíos a futuro de esta entidad pública modelo


El pasado 28 de octubre el Hospital General de agudos Doctor Cosme Argerich del barrio de La Boca celebró sus 116 años al servicio de la comunidad.

“Para mí es un orgullo poder estar la frente de este hospital que es como mi casa. Cuando me recibí, hace 30 años, ingresé como médico residente y aquí desarrollé toda mi carrera. Hoy trabajo día a día para mejorar la atención al público, algo que implica una tarea ardua, pero el compromiso con el hospital público es algo que se hace con gusto”, remarcó el Doctor Néstor Hernández, Director de la entidad.

Octava remada por el Riachuelo

Unos 300 remeros llegaron hasta Avellaneda

 

Los 300 participantes salieron desde Puerto Madero hacia La Boca. Foto: Soledad Aznarez

Más de 300 remeros partieron ayer al mediodía desde el Puente de la Mujer en Puerto Madero para navegar 9 kilómetros por esa cuenca hasta el Club de Avellaneda, para concientizar sobre la recuperación del Riachuelo.

Boca y una iniciativa para promover la lectura en los chicos

El presidente del club, Daniel Angelici, y el arquero Sebastián D'Angelo, estuvieron presentes en el evento donde compartieron la lectura de cuentos junto a chicos del barrio de la Boca


El presidente Daniel Angelici y el tercer arquero de Boca, Sebastián D'Angelo, compartieron la segunda jornada de "Boca le lee a La Boca", organizado por el departamento social del club y S.O.S. Infantil, en una reunión con 50 chicos del barrio que escucharon un cuento narrado a dos voces.

lunes, 28 de octubre de 2013

Eligieron a la de Boca como la mejor hinchada del mundo

En Francia, una revista armó un ranking de las mejores parcialidades en todo el planeta. En lo más alto de la nómina aparece el elenco "xeneize". "Las gradas parecen que se van a caer al campo de juego", describen. ¿Y River? No figura.


Muchas veces se dice que la pasión con la que se vive el fútbol en Argentina no se ve en ningún otro lado. Bueno, ahora una revista francesa salió a respaldar esta teoría. So Footrealizó un ranking de las mejores hinchadas, la cual lidera una de estos pagos.

Dentro de esta nómina que dará mucho que hablar, mira a todos desde arriba Boca. "Las gradas están llenas de gente que parece que se caen abruptamente al campo de juego", señalan. Además, afirmar que el mejor partido para ir a ver al cuadro "xeneize" es enfrentando a River.

Fuente: Infobae

Link: http://www.infobae.com/2013/10/23/1518207-eligieron-la-boca-como-la-mejor-hinchada-del-mundo

Prevención en La Boca


Los Bomberos Voluntarios de La Boca y el centro cultural El Sueñero, con el apoyo del Ministerio de Trabajo, lanzaron el Proyecto Promotores de Prevención de Siniestros, en el cuartel de Brandsen 756. La iniciativa, que forma parte de las acciones de entrenamiento para el trabajo que impulsa la cartera laboral, tiene por objetivo que 20 jóvenes se formen para fomentar la prevención de emergencias y mitigación en situaciones de riesgo. El programa propicia “la inclusión social y la inserción laboral” de los participantes del taller, que durará 8 meses e incluirá el relevamiento de las condiciones de conventillos del barrio. Del lanzamiento participaron el titular de Bomberos, Carlos Milanesi, y el comunero Maximiliano Nenna (FpV).
Fuente: Pagina 12 

Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-232162-2013-10-26.html

martes, 22 de octubre de 2013

Legislador porteño propone extender la línea A hasta La Boca

En un acto de campaña realizado en la estación Independencia del ex Tranvía del Este, Rafael Gentili presentó una serie de propuestas para mejorar la situación del transporte en la Ciudad, entre las que se encuentra la extensión de esa línea de subterráneo.



El actual legislador porteño y primer candidato por SUMAR I + D, Rafael Gentili, realizó un acto en el que propuso nuevas medidas en el sistema de transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como la ampliación del recorrido de la línea A hasta el barrio de La Boca y del premetro, entre otras. Además, criticó al gobierno nacional y al porteño por el estado actual del tránsito en la Capital.

Gran convocatoria de la feria orgánica en La Boca


Miles de personas se acercaron ayer a la séptima edición del Buenos Aires Market, que este fin de semana estará en el barrio porteño de La Boca. A pasos de La Usina del Arte, en la avenida Benito Pérez Galdós al 100, entre Caboto y Ministro Brin. Setenta productores exponen su variada oferta en stands desde las 10 hasta las 19, con entrada libre y gratuita. Es un paseo para personas de todas las edades interesadas en la vida sana, que también ofrece la posibilidad de almorzar o merendar en sus mesas comunitarias o al paso.


Fuente: La Nacion

Link: http://www.lanacion.com.ar/1628671-gran-convocatoria-de-la-feria-organica-en-la-boca

jueves, 26 de septiembre de 2013

La mística de La Boca, en un mural gigante

Tiene 310 metros cuadrados y fue pintado por 130 personas. Retrata la vida portuaria, política y artística del barrio.


Las paredes de una delegación de la AFIP Aduanas, sobre la avenida Pedro de Mendoza al 1500, en La Boca, estrenaron un mural gigante que retrata los aspectos fundamentales de la vida portuaria, industrial, política y artística de este emblemático barrio porteño. Se trata de la obra “La Boca a contraluz”, que tiene 310 metros cuadrados.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Teatro Verdi, cultura y mucho más

Con 112 años en La Boca, en su sala hubo lírica y tango pero también política y fútbol.


El escenario con sus tablas de gruesa pinotea se mantiene intacto. Un ligero declive hacia la platea denuncia que fue construido para la lírica, como corresponde al de un teatro que se precie de tal. Casi al borde, en el piso, está la pequeña puertita de la cabina que usaba el apuntador. Y en el medio, también hecha con la misma madera, está disimulada la gran puerta de entrada a “la tramoya”, el lugar debajo del escenario donde se guardaban todos los elementos necesarios para la escenografía de la obra. Cada vez que se cerraba el telón, desde allí los tramoyistas subían y bajaban lo necesario para la representación. Al frente, la imagen de la gran sala (tiene más de 12 metros de ancho, 25 de largo y 11 de alto) se ve imponente con sus palcos y pintada con el verde claro, dorado, blanco y rosa, los colores de la bandera de la asociación.

El 12 de diciembre de 1878, en dos votaciones, se había decidido que el nombre del teatro fuera “Vecinos de La Boca”. Pero alguien sugirió que, como la banda que debutaría el 1° de enero de 1879 iba a presentar obras del gran Giuseppe Verdi, se la designara así. Lo castellanizaron y hoy el teatro sigue luciendo la denominación que es orgullo del barrio: es la Sala José Verdi. Aquellas primeras presentaciones fueron en lugares provisorios. El sitio definitivo (el actual) recién se inauguró el 11 de noviembre de 1901. Esa noche, en Almirante Brown 736, hubo baile de gala. Allí todavía está la carta de puño y letra que Verdi envió como agradecimiento cuando lo nombraron presidente honorario.

El símbolo del teatro está en la parte superior de la fachada: un gran busto de Verdi, que fue colocado en 1905, y aparece como un faro que irradia cultura hacia la Ciudad. El homenaje también se refleja dentro del edificio: todas las salas que están en el primer piso (se usan para exposiciones y pequeñas representaciones) se denominan Rigoletto, La Traviata, Il Trovatore, Nabucco, Aída o Falstaff, como algunas de las obras del maestro italiano. El Salón Social aún guarda los ecos de aquellas familias que se quedaban a cenar en el lugar después de llenarse el alma con música. Una pequeña cocina, que aún se conserva, los abastecía.

Por allí y por ese escenario alguna vez pasaron figuras de la lírica como Benniamo Gigli y Enrico Caruso. Pero no sólo esa música quedó en esas paredes. También el tango estuvo representado por Juan Maglio, Francisco Canaro, Roberto Firpo, Eduardo Arolas, Genaro Espósito, Luis Bernstein, Vicente Loduca, Vicente Greco y Samuel Castriota, fundadores de ese “sentimiento triste que se baila”, según definió Enrique Santos Discépolo. También pasó un dúo de cantores al que conocían como El Morocho y El Oriental. Se llamaban Carlos Gardel y José Razzano. El Morocho volvería unos años más tarde. El suceso fue tal que, después de actuar adentro, tuvo que cantar en la calle para quienes no habían conseguido entrada.

Como hechos políticos se recuerda que, en 1903, en el Verdi se realizó la proclamación de Alfredo Palacios como candidato a diputado. Y que después, cuando resultó electo como el primer diputado socialista de América, habló desde el balcón. También dos placas en las paredes evocan que allí, el 6 de enero de 1918, se fundó el Partido Comunista Argentino y que, en 1925, se creó la Asociación de Trabajadores del Estado. Además, en el lugar se hacían las primeras asambleas de dos famosos clubes de La Boca: River Plate y Boca Juniors.

Hoy el teatro de la “Asociación Sociedad de Socorros Mutuos José Verdi” sigue firme allí en La Boca, igual que el busto de quien inspiró tanta cultura. Por supuesto no falta la imagen de otro grande: Benito Quinquela Martín. Y, el primer miércoles de cada mes, presenta la música de la Orquesta Típica Esquina Sur. También las obras de Toro Musis, un artista que realiza esculturas con elementos que encuentra tirados en la calle y en contenedores. Su atelier está en una terraza del edificio. Pero esa es otra historia.

Fuente: Clarin

Link: http://www.clarin.com/ciudades/Teatro-Verdi-cultura_0_989901047.html

jueves, 5 de septiembre de 2013

Templo mundial


Para una prestigiosa revista de Estados Unidos, la Bombonera es uno de los estadios que hay que visitar antes de morir. Figura 9° en un ranking que destaca a 50 canchas de fútbol, básquet, y hasta de fútbol americano.

El castillo de La Boca y sus leyendas

Se luce por su arquitectura y por los mitos que lo habitan: fantasmas, duendes y suicidios.


La torre del fantasma. El edificio, de más de un siglo, está en el cruce de Almirante Brown con Villafañe y Benito Pérez Galdós.

Quienes abonan la leyenda la llaman “la torre del fantasma”. Y hablan de gnomos y del suicidio de una pintora muy bohemia. Los más fantasiosos dicen que se escuchan ruidos de cadenas y gritos. Del otro lado están quienes descreen de todo eso, lo desmienten y agregan: nunca existió tal suicidio y todo es parte de otra incomprobable leyenda urbana. Son los que conocen al lugar como “el castillo de La Boca”. Lo concreto es que la construcción ya tiene más de un siglo y, con su estilo catalán modernista, sigue luciéndose en el cruce de la avenida Almirante Brown con la calle Wenceslao Villafañe y la avenida Benito Pérez Galdós, en ese barrio al que muchos vecinos todavía definen como “República”.

La Boca: Una historia de identidad en la Biblioteca del Congreso

Capital Federal - Organizada por la Dirección de Gestión Cultural de la Biblioteca del Congreso de la Nación, dentro del ciclo “Miradas de Buenos Aires” del programa “Huellas de mi ciudad” se desarrolló este martes 27 de agosto la charla “Una versión de La Boca del Riachuelo. Anecdotario boquense para la construcción de una identidad” , a cargo de los historiadores de la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca Rubén Rodríguez Ponziolo y Diego Barovero.



Rubén Rodríguez Ponziolo, escritor, histriador, ex propietario y director de la Galería de Arte “Victorica” , fundador y presidente de la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Rachuelo, autor entre otros de los libros “Boca Juniors, 100 años de pasión y gloria” (en coautoría con Antonio Nilo Pellegrino) y “Un boquense girando el mundo”. Diego Barovero, abogado, historiador, profesor de derecho del Colegio Nacional de Buenos Aires (UBA), vicepresidente del Instituto Nacional Yrigoyeneano y secretario de la Agrupación Impulso, autor, entre otros, de los libros: “Caudillos y protagonistas políticos en La Boca del Riachuelo”, “Ricardo Rojas, de las letras a la política” y “UCR Su historia, su doctrina, sus nombres”.
Los expositores –apoyados en tecnología mutilmedial con imágenes proyectadas en pantalla gigante - hicieron especial referencia a la necesidad de afirmar los vínculos con nuestros orígenes y rescatar la memoria oral y la tradición popular barrial a partir de una visión que no se agote en la nostalgia y el pintoresquismo característico de un barrio que trascendió las fronteras argentinas para convertirse en objeto de admiración en el mundo entero por su personería, y por haber sido cuna de las más interesantes expresiones artísticas, culturales, futbolísticas, políticas y sociales.


Fuente: Impulsobaires

Link: http://www.impulsobaires.com.ar/nota.php?id=187268

El barrio de La Boca celebró su 143° aniversario

Capital Federal - Al cumplirse el 143° aniversario del barrio de La Boca, la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo distinguió ayer con el galardón "Boquense Auténtico" a la bailarina Mora Godoy, al director de fotografía Félix "Chango" Monti y al cineasta Juan José Campanella. El encuentro tuvo lugar en el histórico local de la Agrupación Gente de Arte y Letras Impulso, Lamadrid 355, fundada en 1940 por grandes artistas como Fortunato Lacámera, José Luis Menghi, Vicente Vento, Juan Bassani, Juan Carlos Miraglia, entre otros.


La presentación de los premiados estuvo a cargo de la periodista Blanca Rébori y se encontraban presentes el presidente de la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo Rubén Rodríguez Ponziolo y el presidente y secretario de la agrupación Impulso Omar Gasparini y Diego Barovero, respectivamente.
El acto finalizó con una presentación musical de tango a cargo de Los Hermanos Martiné.
Hasta el próximo sábado, en tanto, se puede disfrutar de la muestra "Notables de la plástica argentina" en la sede de la Agrupación Impulso (Lamadrid 355).
Precisamente el sábado 31 de agosto, como cierre de los festejos boquenses, también se presentará en Impulso el libro “Caudillos y protagonistas políticos en La Boca del Riachuelo”, del historiador Diego Barovero, a quien acompañarán en el panel Horacio J. Spinetto y Rubén R. Ponziolo.


Fuente: Impulsobaires 

Link: http://www.impulsobaires.com.ar/nota.php?id=186957

jueves, 8 de agosto de 2013

El castillo de La Boca y sus leyendas

Se luce por su arquitectura y por los mitos que lo habitan: fantasmas, duendes y suicidios.


Quienes abonan la leyenda la llaman “la torre del fantasma”. Y hablan de gnomos y del suicidio de una pintora muy bohemia. Los más fantasiosos dicen que se escuchan ruidos de cadenas y gritos. Del otro lado están quienes descreen de todo eso, lo desmienten y agregan: nunca existió tal suicidio y todo es parte de otra incomprobable leyenda urbana. Son los que conocen al lugar como “el castillo de La Boca”. Lo concreto es que la construcción ya tiene más de un siglo y, con su estilo catalán modernista, sigue luciéndose en el cruce de la avenida Almirante Brown con la calle Wenceslao Villafañe y la avenida Benito Pérez Galdós, en ese barrio al que muchos vecinos todavía definen como “República”.

jueves, 18 de julio de 2013

Fiesta, fuego y agua retratan la vida del barrio argentino de La Boca


Los incendios, las inundaciones y las fiestas, como las Hogueras de la noche de San Juan, son elementos que definen la historia del emblemático barrio de La Boca, en Buenos Aires, y que a menudo retrataron los artistas que alguna vez se enamoraron de sus casas coloridas y sus aires de tango.

Entre ellos, Benito Quinquela Martín (1890-1977), un pintor que creció en La Boca y cuyo patrimonio se atesora en el museo que lleva su nombre y se sitúa en el corazón de este barrio del sureste de la capital argentina.


Bajo el título “La Boca está de fiesta”, el Museo Quinquela Martín recoge en su última exposición temporal la mirada de distintos artistas que plasmaron en su obra la cotidianeidad del barrio a través de sus celebraciones pero también a través de sus tragedias, como los incendios e inundaciones que cambiaron su fisonomía a lo largo del tiempo.

viernes, 5 de julio de 2013

Paseo de las Artes: el proyecto no contempla a los vecinos


Las iniciativas para revitalizar algunas áreas de la ciudad son bien­venidas, siempre y cuando contemplen el mejoramiento de las condiciones de vida de sus actuales habitantes, pero el Gobierno de la Ciudad no lleva a cabo las políticas sociales necesarias para evitar procesos de desplazamiento de los actuales habitantes del barrio.

En muchos casos hemos visto como a través de la definición de dis­tritos especiales se generan incentivos para la inversión de privados o se fomentan iniciativas que favorecen el desarrollo inmobiliario y/o tu­rístico. El problema que vemos es que en muchos de estos casos si no se impulsan políticas de atención y contención de forma simultánea, se podrían generan presiones sobre las poblaciones más vulnerables.

Un ejemplo de esto es el caso de la Comuna 4 que agrupa los barrios de La Boca, Barracas, Parque Pa­tricios y Nueva Pompeya.

martes, 2 de julio de 2013

Banchero, una pizzería en el corazón de la Boca


Diversas imágenes y referencias al barrio inundan las paredes del tradicional local, un emblema de la zona ubicado en la esquina de Almirante Brown y Suárez

Entrar a Banchero un mediodía cualquiera supone una experiencia temporal particular. La luz entra diagonal por el gran ventanal sobre la calle Suárez, dibujando una línea que simula dividir al local en dos. El local es grande y de una geometría simple, con una gran cantidad de mesas que sirven tanto para el café como para la pizza. A la entrada está el sector para comer de pie, la caja y el mostrador. Los peatones y comensales se amontonan alrededor de la caja para hacer sus pedidos, donde algunos comen al paso mientras que otros se retiran con un par de cajas bajo el brazo. Pero si sobre la ochava y las veredas la ciudad se desarrolla a un ritmo normal, sobre las paredes del fondo del local es la historia del barrio la que pareciera cobijarse y tomar forma.

domingo, 19 de mayo de 2013

Vecinos denuncian que la ACUMAR alienta actividades ilegales en el Riachuelo


La Asociación de Vecinos de La Boca denunció que desde la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) se propone dictar clases de remo a chicos de la villa 21-24.

“Que ahora, la Autoridad de la Cuenca Matanza – Riachuelo (ACUMAR), también done dos botes para que los jóvenes de la villa 21 - 24 realicen actividades recreativas y deportivas en el Riachuelo todos los días, además les brinden cursos de remo, consideramos determinaciones totalmente fuera de lugar pues insisten en motivar una actividad insalubre y no permitida en el Riachuelo”, mencionaron en un comunicado.

Esta denuncia especifica la contradicción de esta nueva actividad ya que la Resolución 3/2009 de ACUMAR no permite el uso deportivo del curso de agua de la Cuenca.

Un paseo por el arte de hacer negocios

Se trata del Paseo de las Artes, bajo la Autopista Buenos Aires-La Plata, concesionado por el gobierno porteño. Denuncian que el empresario que lidera el proyecto es el mismo que ocupa el lugar en forma irregular desde hace años.


Un grupo de empresarios, con el patrocinio del Ministerio de Desarrollo Económico porteño, impulsa en el barrio de La Boca un emprendimiento denominado Paseo de las Artes Don Pedro de Mendoza, debajo la Autopista Buenos Aires-La Plata. Lo curioso de la iniciativa, según denunciaron organizaciones vecinales, es que al frente de la propuesta aparece el dueño de una empresa arenera que desde hace años viene ocupando el espacio público de manera irregular y funciona sin habilitación. La presentación se hizo el 2 de mayo en la Usina del Arte, un espacio del gobierno porteño, y estuvo presente el subsecretario de Inversiones de esa cartera, Carlos Pirovano. Asociaciones vecinales expresaron su “rechazo terminante a que la iniciativa en marcha pueda quedar tercerizada, privatizada, delegada o gestionada por empresarios” que tienen en el barrio “una situación absolutamente irregular”.

En una carta dirigida al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, el presidente de la Asociación de Vecinos La Boca, Alfredo Alberti, expresa que “de buena fe” concurrió junto a representantes de otras organizaciones barriales al encuentro convocado por el Ministerio de Desarrollo Económico, pero allí se encontró “penosamente con algunos empresarios digitados y grupos de amigos relacionados con los mismos” a cargo de la presentación del proyecto.

Según Alberti, el principal orador de ese acto fue el empresario Pascual Santoro, titular de la empresa Silos Areneros Buenos Aires, ubicada justamente sobre la avenida Pedro de Mendoza, y que ocupa amplios sectores de espacio público para el almacenamiento de arena y el funcionamiento de silos, para carga, lavado y descarga de ese material de construcción. La actividad irregular de la empresa está denunciada en la causa Mendoza y una resolución de la Defensoría del Pueblo porteño concluye que funciona sin habilitación y sin cumplir con la normativa ambiental.

Rojitas, con cintura y estilo


Boca se había consagrado como campeón después de ocho años, en 1962. Aquel título apoyado en la atajada de Antonio Roma al brasileño Delem, de River, en la penúltima fecha. Aquel penal del “adelantamiento” del arquero que quedó esculpido en la memoria futbolera por muchos. Aquel del “penal bien pateado, es gol” del impertérrito árbitro Carlos Nai Foino, ante el reclamo de los riverplatenses. Venía 1963 y el presidente Alberto J. Armando quería cumplir un doble sueño: contratar a José Francisco Sanfilippo, goleador e ídolo de San Lorenzo, su compadre, de 28 años, y buscar el título en la Copa Libertadores, una competencia Internacional de pocos años y que habían despreciado los anteriores campeones. Y Boca jugó todas sus fichas a aquella apuesta. Aristóbulo Deambrossi era el DT formal pero Adolfo Pedernera, el auténtico, desde afuera. Estaban también Grillo, Menéndez, Valentim, Gonzalito y Rattin en aquel equipo. Y el Tano Roma. Silvero, Marzolini, Simeone y el brasileño Orlando, campeón del mundo en 1962. Pero un rumor se extendía entre los hinchas mientras se desarrollaban las dos competencias. Había un pibe de las Inferiores que apilaba rivales a pura cintura y que subía y subía. Lo había traído el Nano Gandula, el entrenador de juveniles en 1959. Tras un paso por Arsenal de Llavallol, entonces filial de Boca, jugó unos pocos partidos en la tercera, como semifondo de la Primera. Hasta que el 12 de mayo, en la vieja cancha de San Lorenzo de avenida La Plata, en el partido preliminar llegó hamacándose hasta la puerta del área rival, de frente a la popular visitante. Con tanto amago y tanta cintura, y la demora para rematar provocó la avalancha de una tribuna entera hacia el alambrado. No había debutado en Primera y ya era ídolo. Tanto que su nombre, Angel Clemente Rojas, quedó transformado en “Rojitas” para distinguirlo del Tanque Rojas, un delantero de potencia que había llegado a Boca de Gimnasia. Esa tarde, en el choque contra su ex equipo fue expulsado Sanfilippo. En la fecha siguiente, el 19 de mayo, se produjo -entonces- el esperado debut en Primera. Hace hoy 50 años. Boca enfrentaba a Vélez. Y hubo fiesta en la Bombonera. Fue 3 a 0 para el local. Con tres goles del Loco Omar Oreste Corbatta (llegado de Racing). Dos fueron con sendos penales; el otro, de tiro libre. Las tres infracciones se las habían cometido a un imparable Rojitas. Le quedaba tan grande la camiseta número 8 que el pantalón le llegaba hasta la franja amarilla. Lo llevaron en andas sus propios compañeros. Y quedó estampado el debut más estruendoso de un “hijo de la casa” que se recuerde. Y en poco tiempo pasó a ser el ídolo más querido. Pura gambeta, puro desparpajo. Se lesionó rápido en los ligamentos. Y poco participó del título de 1964. Pero en 1965 tuvo una actuación memorable en un clásico contra River que Boca ganó 2-1 con un gol del Beto Menéndez (ex River) sobre el final y que lo proyectó a Boca al bicampeonato. En el 66, Pederrnera lo bajó a la Reserva y algunos descuidos personales le impidieron lucirse en 1967 y 1968. Pero seguía siendo el ídolo mimado. Lo recuperó Alfredo Di Stéfano en 1969 y aquel Boca de Madurga y Novello fue campeón del torneo Nacional con vuelta olímpica en cancha de River. Aquella tarde en que Rojitas le quitó la gorra al gran Amadeo Carrizo y la escondió.

Pícaro, habilidoso, certero. Hizo el gol que consagró a Boca otra vez campeón contra Rosario Central en cancha de River. Y dio otra vuelta olímpica en el Monumental. Su inconstancia obligó a su traspaso al Deportivo Municipal de Perú en 1972. Pero su estrella se fue apagando. Volvió en el 73. Pasó por Racing, Nueva Chicago y Lanús. Y se retiró en Argentino de Quilmes en 1978. No tuvo los pergaminos de Diego Maradona. Ni la gran permanencia de Juan Román Riquelme. Pero Angelito fue otra cosa. Fue el ídolo popular de mayor respuesta sentimental del hincha de Boca. Si ni tocaba la pelota para gambetear, gambeteaba con la cintura. Se lo quiso por habilidoso, por pícaro, por atorrante. Y por campeón. Debutó hace hoy 50 años.

Fuente: Clarin

Link: http://www.clarin.com/deportes/Rojitas-cintura-estilo_0_922107931.html

sábado, 27 de abril de 2013

Próceres en La Boca


El diálogo es intenso. Uno y otro argumentan, intentan explicar sus acciones y posturas, que llevaron a uno a quitar la vida al otro. Lavalle y Dorrego reviven sobre el escenario uno de los dramas fundacionales de la historia argentina, con sus lealtades y traiciones, sus búsquedas fallidas de servir mejor a su país. En Hombres de casaca negra , de Rubén Stella y Claudio Chaves, ambos personajes se encuentran después del derrocamiento y fusilamiento del gobernador Dorrego a manos de Lavalle. El general atormentado en sus años postreros se enfrenta a la figura fantasmagórica del coronel.

La lucha es verbal, de ideas y pasiones. Si desenvainan la espada es para exponerla como símbolo de la lucha fratricida, más que para hacer chocar los aceros en escenas de acción.

lunes, 15 de abril de 2013

La otra cara del artista de La Boca

Dispuso que en su museo no hubiera obras abstractas. Incluyó Premios Nacionales y también artistas del barrio.


Con ese cuadro, en 1888, Eduardo Sivori, había conseguido entrar al Salón de París.

La mort d’un paysan (La muerte de un campesino), un óleo de gran tamaño que retrata a la escena póstuma de un campesino francés, era sin dudas una pieza fundamental, sino la más importante, para el museo de artistas argentinos que Benito Quinquela Martín inauguró en la Boca, en 1938, con una idea clara: un museo que viniera a rescatar la tradición figurativa nacional.

Lo que no estaba claro, en un país de inmigrantes cuyo modelo era Francia, era qué se entendía por tradición nacional. El problema, en realidad, era de los otros, Quinquela sabía muy bien hacia dónde apuntaba y cuando el cuadro entró a la colección no dudó en cambiarle el nombre y ponerle La muerte del marino, cosa que el drama de los labradores europeos pasara a ser el drama de una familia boquense. Más cercano y didáctico, que no quedaran dudas de que se trataba de un gesta nacional y popular.

La anécdota la cuentan Graciela Silvestri y Víctor Fernández en elcatálogo del museo, un trabajo que se acaba de presentar y que sirve para desmitificar la figura del gran Benito; el huérfano adoptado por una pareja de carboneros, el niño flaco y desgarbado que pintaba de noche, a escondidas; el hombre de códigos que se hizo solo, en la calle, y llegó a ser una figura internacional; el que en lo más alto de su carrera dejó todo y donó todo –una pequeña fortuna– para construir en el centro del barrio un polo de desarrollo educativo, sanitario y cultural.

La anécdota sirve para hacer un poco más humano a este santo varón, que en el catálogo aparece en una faceta no tan conocida: la de coleccionista.

En ese sentido, si en su obra personal se mostró monotemático y unidimensional, en el armado de esta colección –unas 80 obras– dejó traslucir otros matices de su pensamiento, ante una escena convulsionada.

En 1938, ante la inminencia de la guerra, las vanguardias europeas comienzan a migrar rumbo a América. En Nueva York, el museo Guggenheim abre sus puertas para dar cabida al arte moderno, mientras en Buenos Aires se funda el Museo de Bellas Artes Eduardo Sívori, casi de forma simultánea con el Castagnino, de Rosario y el Municipal de Tandil.

Quinquela dispuso que el museo de la Boca se mantendría dentro de la línea figurativa y prohibió el ingreso de obras abstractas. Argumentó que “ya había muchas salas destinadas a estas tendencias en la capital”, aunque la verdad es que no había tantas y, como dijo tras su segundo viaje a Europa, las vanguardias lo “asqueaban”. Y opinó: “Como no se sienten capaces de seguir las huellas de los grandes maestros de la pintura, ni de crear la propia, se refugian en la extravagancia ”.

Nada de ismos. “La realidad sólo como punto de partida, no de llegada” dijo él, que en 1914 había sido uno de los promotores del Salón de los Rechazados, pero que a la hora de armar el recorrido incluyó a Sívori, y Mendilaharzu, entre otros de la generación del 80 y el grupo de París, que habían sido Premios Nacionales. Su selección parece estar orientada hacia un terreno que podría definirse por la negación: Nada que sea demasiado algo.

Entre los viejos maestros incluyó a los artistas del barrio, algunos muy buenos: Su maestro Lázzari, Cafferata, Lacamera. A orillas del Riachuelo se respiraba una atmósfera cultural rica y diversa.

Eligió obras costumbristas y reunió retratos y paisajes de casi todas las regiones. El pescador marplatense, el indio tehuelche, la promesera jujeña, van llenando un álbum de figuritas que reúne , entre otras, las firmas de Fader y Castagnino.

Igual, privilegiaba la mirada amorosa, no por eso menos crítica. Las obras de Berni, Forner y Spilimbergo muestran la otra cara de la Argentina potencia, la que Benito conocía.

Ahora, tras 57 años, este museo algo olvidado, vuelve a tener un catálogo y una excusa para ser visitado. Como si tanta obstinación no hubiera alcanzado.

Fuente: Clarin

Link: http://www.clarin.com/sociedad/cara-artista-Boca_0_901709927.html

jueves, 4 de abril de 2013

Los mascarones de proa reinterpretados por la tradición popular

La colección del Museo es la tercera del mundo en importancia. Allí puede verse una amplia muestra de imaginería en la que los dioses griegos y romanos se transforman en personajes del barrrio, se visten con sus ropas e incluso usan bombín.


Diego A. Ruiz es habitante del barrio de Boedo, y por extensión de la ciudad. Es o parece un homo porteñensis más, hasta que empieza a hablar. Habla tranquilo, las palabras transitan seguras. Es un especialista en la historia grande, y en la historia chiquita que se escribe desde que a Buenos Aires la fundaran como aldea.


Cada intervención de Ruiz prueba su conocimiento reposado en barrica de buena madera. Aparecen nombres y años, períodos, y posibles interpretaciones sobre lo acaecido. Parece que nunca necesita la consulta bibliográfica: Ruiz avanza tranquilo por su pasión. Como si se tratara de su estudio, así transita el Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín, es su casa, una de ellas.

Se presenta de esta manera: "Soy museólogo, trabajo en el Museo Histórico Nacional, desde hace años estoy a cargo de la biblioteca. En el Museo Quinquela Martín soy colaborador en el área docente, tengo horas cátedra. Mi trabajo tiene que ver con las publicaciones, con la difusión del patrimonio del museo. Los museos según la definición del Consejo Internacional de Museos (ICOM), deben adquirir, coleccionar, conservar y difundir el patrimonio histórico, artístico, natural. Me ocupo principalmente de las publicaciones. El Quinquela nace como museo escuela a partir de una donación que hace Quinquela Martín en 1936. Abre en el 38. 

Dijo museo escuela, no museo a secas: el museo está dentro del área de educación de la ciudad. Su actividad principal es la educativa, así lo concibió Quinquela, el arte sumado a la educación, un visionario, por eso las constantes visitas de las escuelas, o las publicaciones dirigidas al área de la escuela primaria, libros de arte para los más chicos. A partir de 2004 comenzamos con publicaciones dirigidas al nivel secundario y al público en general. Así nació la colección Cuadernos del Tornillo, dentro de estos libros está Los mascarones de proa de La Boca.

–¿Cómo se escribe sobre una colección de mascarones de proa?
–Fue una investigación histórica y museológica. Un trabajo sobre patrimonio histórico concreto, los mascarones son objetos físicos. Tuve que trabajar sobre testimonios histórico/artísticos. Se plantearon preguntas: ¿cómo llegaron hasta acá?, ¿por qué se integró la colección en este lugar? Analizar el contexto barrial fue determinante para luego relacionar lo hallado con la historia general de los mascarones. Hay una tradición mundial, pero en este caso hay una tradición particular, que hizo que en La Boca exista esta colección que se ubica en tercer lugar de importancia en el mundo. Ese fue un disparador muy interesante.


–¿Por qué en La Boca?
–La Boca fue un puerto auxiliar de Buenos Aires donde, desde la época de Garay, se fue asentando la actividad portuaria, sin olvidar que hasta que se hizo Puerto Madero, no había puerto y el Riachuelo era el refugio natural de las naves. En esta zona existió desde el principio la maestranza, que es donde se arman los buques. Acá estuvo la maestranza del Almirante Brown, se habla del Puerto de los Tachos donde se traían a calafatear las naves. La zona siempre fue centro de actividad portuaria. A partir de mediados del siglo XIX se le dio mayor importancia, porque incluso antes de Sarmiento se empieza a dragar el Riachuelo y a darle carácter oficial de puerto auxiliar de la ciudad. Por una serie de razones históricas La Boca se constituyó en una especie de enclave italiano. Antes de ser barrio, fue pueblo independiente de la ciudad. Tres barrios tienen ese origen: La Boca, Flores, Belgrano. La Boca estaba aislada del casco viejo de la ciudad.


–¿Y los pobladores?
–Mayoritariamente la población era italiana, en especial ligur, de Génova, Savona, Varazze. Cuando Alfredo Palacios venía a hacer su actividad política, y Palacios hablaba y escribía el italiano, se hacía acompañar con un traductor al genovés, al xeneizi. Este transplante cultural se plasmó en una serie de manifestaciones artísticas, que en el caso que nos ocupa tiene que ver con la navegación. La tradición marinera de los genoveses trajo esta expresión artística de neto corte popular. Esta imaginería, si bien se desprende de la tradición de los mascarones, no pertenece al período neoclásico de los siglos XVII al XIX, sino que es la tradición de los pequeños buques mercantes que recorrían los puertos del Mediterráneo. Llevaban mascarones concebidos por artistas populares. Acá en La Boca tuvimos a Francisco Parodi, a quien el propio Quinquela le atribuye la mayoría de los mascarones, y que fue quien continuó con esta tradición mediterránea.


–¿Cuál es la historia grande de los mascarones de proa?
–Hay en la antigüedad toda una genealogía que tiene que ver con los dioses totémicos, con los ojos pintados en las amuras de las proas, pero como los conocemos nosotros nace en el Renacimiento, y alcanza su mayor expresión entre el Barroco y el Neoclásico en el siglo XIX. Los motivos de esos períodos son principalmente los dioses mitológicos griegos y romanos en sus diferentes expresiones, figuras que representan ciertos atributos simbólicos. La mayoría de los mascarones neoclásicos tiene que ver con figuras femeninas. En la colección del museo está la maqueta del mascarón de la Fragata Sarmiento, que es la típica representación de la República, de la Libertad, la misma que tenemos en la Pirámide de Mayo, la mujer vestida con túnica griega y con el gorro frigio, una imagen muy común. En el museo también hay dos mascarones pertenecientes al Vapor de la Carrera que hacía Buenos Aires-Montevideo, de la Compañía Argentina de Navegación Fluvial de Nicolás Mihanovich, barcos hechos en Escocia, pueblo de gran tradición marinera, y que representan a Venus y Eolo.


–¿Qué sucedía con los mascarones pertenecientes a la tradición mediterránea?
–La tradición mediterránea es la lectura que hace el pueblo, el artesano popular, de la vieja tradición. Los italianos mamaron en directo el Renacimiento, pero las imágenes se transformaron totalmente vistas a través del ojo popular. Y esta transformación derivó hacia los tipos populares, como puede ser la representación del dueño del barco. En Génova y en otros lugares es muy común encontrar figuras de señores bigotudos. En la colección tenemos uno que tiene una historia graciosa, porque la figura posee un sombrero bombín, un elemento que lo diferenciaba de otro dueño de barco. La tradición neoclásica ubicaba a la figura de la mujer al frente de la nave, bajo el bauprés, en la proa, cabe recordar que era mala suerte llevar una mujer en la embarcación. Por lo tanto el mascarón era el lugar indicado para llevar a la amada sin correr riesgos. Las mujeres llevan una rosa en la mano, o la mano sobre el corazón, manifestaciones que tienen que ver con el amor. En la colección hay un caso notable, el de Doña María, además el buque llevaba ese nombre, que es la casi segura representación de la señora del dueño del barco o del armador, ya que es una señora vestida a la moda de fines del siglo XIX. Se ve el detalle del encaje de los calzones, está vestida para ir de paseo, hasta lleva la carterita en la mano. El caso es único, es la expresión máxima de lo popular.


–El barrio jugó un papel decisivo, ¿y qué pasaba con Quinquela Martín?
–Por un lado, tenemos un barrio donde se podía dar una colección como ésta debido a su componente demográfico mayormente italiano, y tampoco es casualidad que la colección empezara mucho antes de la fundación del museo. Los mascarones eran donados a Quinquela Martín, que en esos años era una especie de animador cultural del barrio. A él llegaron los dos mascarones de la compañía Mihanovich, y después fueron los vecinos los que le acercaron las piezas. Al ir desapareciendo los buques de madera, muchos mascarones fueron guardados, otros quedaron arrumbados en depósitos, y lamentablemente fueron muchos los que terminaron en las fogatas de San Pedro y San Pablo. La madera estacionada y pintada quema muy bien. Hubo un capitán que guardó hasta su muerte el mascarón de su barco en el dormitorio. Otra donación provino de manos de un buzo, que encontró la pieza a la entrada del puerto, y se la llevó al loco de Quinquela. Muchos habían sido regalados al padre y este se los pasó al hijo. Los motivos del padre de Quinquela no eran artísticos, eran de pertenencia, había sido marinero de agua dulce hasta que puso la carbonería, pero nunca abandonó el vínculo con el mundo de la navegación. Estos detalles aparecen en un libro de próxima aparición: Un hombre y su obra, dedicado a la vida y las ideas del pintor.


–Hay un mascarón, El Conquistador, ¿cuál es su historia?, ¿cuál es tu análisis?
–La mayoría de los mascarones de la colección, como casi toda obra popular, es anónima. Cada figura supone una historia, una investigación posible. Hace falta saber desde cuándo está en el museo, quién la donó, pasos básicos para luego apuntar a descubrir la posible intención del artista o del que encargó la obra. Muchas veces acompaña el nombre del buque y otras no, a veces son motivos de fantasía. Entonces se busca saber de qué se trata y con qué tradiciones iconográficas lo podemos emparentar. Las damas romanas nos llevan a pensar en las Amazonas de la traducción popular, enseguida vemos en el mascarón Don Venancio una especie de Neptuno con las barbas chorreantes. Si se quiere, son casos relativamente fáciles, pero hay un caso muy particular, El Conquistador, que así parece que se llamaba el buque. La ficha de este mascarón hablaba de conquistadores españoles, y ahí aparece uno de los desafíos, el ejercicio de la mirada. Basta con detenerse en la figura, para saber que la vestimenta no tiene nada que ver con la de los conquistadores españoles, y sí está en relación directa con la vestimenta de un tirolés, con algo medieval o más fantasiosa. Lo que yo veo en el retrato, en el tipo físico, en la vestimenta, es una representación oculta de Garibaldi, no sé si es algo deliberado. La obra excede al artista, como afirman Umberto Eco o Edwin Panofsky, no es lo mismo la intención del artista que la intención del lector o el espectador en el tiempo. La intención de la obra, dice Eco, trasciende al autor y al lector. Para pensar en Garibaldi tomo como referencia los tiempos históricos, el imaginario popular de la época, y el paisaje demográfico de La Boca.

Diego Ruiz comienza a arriar las velas de la historia, y mientras lo hace habla sobre la directora, desde hace más de una década, del museo Quinquela Martín, María Cristina García Pintos de Sábato. Dijo que ella hizo un museo moderno, que da gusto ver. Se trabajó mucho en problemas edilicios, y también en las áreas de los talleres de conservación y restauración, en los depósitos, en todos estos lugares se respetan las normas de conservación vigentes. La colección de pintura figurativa argentina que posee el Quinquela Martín es la más importante después de la del Museo Nacional de Bellas Artes. Queda claro que Ruiz se siente muy a gusto en su lugar de trabajo. En todo momento, su aparente seriedad deja ver la felicidad frente a la tarea realizada: la práctica apasionada de la historia.
Ruiz, el museólogo, sin dudas hubiera sido elegido por Quinquela Martín para recibir la Orden del Tornillo. Hubiera disfrutado de la parodia de logia masónica; paradito firme frente al maestro en uniforme de almirante (los botones de la chaqueta eran tornillos). Porque Diego Ruiz no es la excepción, le falta un tornillo, como a todo habitante de los barrios del arte verdadero. Quinquela entregaría la distinción y agregaría "No lo ajustes demasiado". Faltaría imaginar si la ceremonia se hubiera llevado a cabo en la casa museo, porque ahí mismo vivía Quinquela, o en Banchero, uno de los pocos lugares históricos de La Boca, donde Quinquela sabía de hacer las entregas acompañadas de pasta tricolor en homenaje a la bandera italiana.


 

Navegar en las aguas de la historia

Mascarones de proa de La Boca es un libro que a la lectura se presenta como si fuera un pailebote en tránsito mediterráneo. Durante la travesía hace paradas en puertos pequeños y el capitán propone mirar hacia otras puertas. Temas afines a la investigación sobre los mascarones: su historia grande, y la historia local, mientras se narra la colección. Diego Ruiz escribió una nave de mascarón inteligente que se muestra llena de contenidos.

La lectura amiga cumple a la perfección con una de las premisas de la razón de ser del Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín, el perfil educativo. Ruiz, además de saber de historia, puede contarla y hacerlo con altura, y en sus páginas se enseña, se transmite información, investigación –el nudo, la esencia de la historia–-, y es sitio donde se arriesgan teorías, composiciones posibles en la búsqueda de significados, de señales, que quizás abran la gran puerta de la verdad histórica. En Mascarones… aparece la historia de la navegación, la gente del barrio de La Boca y de su quehacer cotidiano en la ribera, aparece Buenos Aires; se aprende a ejercitar la mirada en torno a los mascarones que hay en el museo, y se aprende, además, a ir más allá cuando por ejemplo el autor centra su análisis en el mascarón El Conquistador. La mirada sobre la pieza cierra el libro, es un texto que respira entre la crónica, la investigación, y lo mejor de una novela de misterio. Es la travesía de un posible relato histórico o una página de la mejor literatura, que el lector elija el río que mejor lo lleve, pero que no queden dudas, la palabra es una y es de autor.


Fuente: Tiempo Argentino


Link: http://tiempo.infonews.com/2013/03/31/suplemento-cultura-99196-los-mascarones-de-proa-reinterpre-tados-por-la-tradicion-popular.php