En el sur de la ciudad hay un gigante de metal, un ícono porteño que busca volver a brillar después de más de cinco décadas de abandono: el centenario transbordador Nicolás Avellaneda, que cruza el Riachuelo y une el barrio de La Boca con la Isla Maciel. Avanzan los trabajos para la puesta en valor de este puente catalogado como monumento histórico nacional -una de las ocho estructuras de este tipo que quedan en pie en todo el mundo- y se espera que dentro de tres meses quede operativo. Aún se analiza qué uso tendrá.
jueves, 9 de marzo de 2017
Un ícono vuelve a brillar: en mayo, La Boca recuperará el transbordador
Vialidad Nacional repara el centenario puente Nicolás Avellaneda; la cabina podrá unir nuevamente ambas orillas del Riachuelo; todavía no está definido qué tipo de viajes realizará
En el sur de la ciudad hay un gigante de metal, un ícono porteño que busca volver a brillar después de más de cinco décadas de abandono: el centenario transbordador Nicolás Avellaneda, que cruza el Riachuelo y une el barrio de La Boca con la Isla Maciel. Avanzan los trabajos para la puesta en valor de este puente catalogado como monumento histórico nacional -una de las ocho estructuras de este tipo que quedan en pie en todo el mundo- y se espera que dentro de tres meses quede operativo. Aún se analiza qué uso tendrá.
En el sur de la ciudad hay un gigante de metal, un ícono porteño que busca volver a brillar después de más de cinco décadas de abandono: el centenario transbordador Nicolás Avellaneda, que cruza el Riachuelo y une el barrio de La Boca con la Isla Maciel. Avanzan los trabajos para la puesta en valor de este puente catalogado como monumento histórico nacional -una de las ocho estructuras de este tipo que quedan en pie en todo el mundo- y se espera que dentro de tres meses quede operativo. Aún se analiza qué uso tendrá.
Los Linyeras de La Boca: murga, humor e historia
La agrupación murguera que fue creada en 1951 volvió a ponerle calor y color al carnaval porteño. Ricardo Cigliutti, su secretario general, recordó los inicios y sentenció: "Hacemos divertir a la gente".
El martes pasado, el “Rey Momo” se guardó hasta el próximo año cuando los carnavales porteños vuelvan a llamarlo para llenar de alegría, diversión y espuma las calles de la ciudad y el país. Y con el cierre de los carnavales también se despintaron la cara, se sacaron los trajes y guardaron los instrumentos los integrantes de la Agrupación Humorística, Coral, Musical y Recreativa Los Linyeras de la Boca.
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