A dos semanas de que empiece una nueva edición de Casa FOA, la Boca vive la ilusión que suele acompañar a las grandes oportunidades. Como poco tiempo atrás fue la Usina de las Artes, ahora es la próxima inauguración de la muestra de interiorismo, el 7 de setiembre, la que amenaza con alterar –en el buen sentido– la paz del barrio. En principio, por el efecto que tendrá el emprendimiento Molina Ciudad, en un ícono arquitectónico como la ex fábrica Alpargatas.
viernes, 31 de agosto de 2012
Lo nuevo de la Boca
La próxima inauguración de Casa FOA alimenta expectativas en el barrio, que ya vive un auge de proyectos gracias a la nivelación de la avenida Regimiento Patricios.
A dos semanas de que empiece una nueva edición de Casa FOA, la Boca vive la ilusión que suele acompañar a las grandes oportunidades. Como poco tiempo atrás fue la Usina de las Artes, ahora es la próxima inauguración de la muestra de interiorismo, el 7 de setiembre, la que amenaza con alterar –en el buen sentido– la paz del barrio. En principio, por el efecto que tendrá el emprendimiento Molina Ciudad, en un ícono arquitectónico como la ex fábrica Alpargatas.
A dos semanas de que empiece una nueva edición de Casa FOA, la Boca vive la ilusión que suele acompañar a las grandes oportunidades. Como poco tiempo atrás fue la Usina de las Artes, ahora es la próxima inauguración de la muestra de interiorismo, el 7 de setiembre, la que amenaza con alterar –en el buen sentido– la paz del barrio. En principio, por el efecto que tendrá el emprendimiento Molina Ciudad, en un ícono arquitectónico como la ex fábrica Alpargatas.
jueves, 30 de agosto de 2012
El Trasbordador Nicolás Avellaneda, puesta en valor y funcionamiento
Habitat, en su afán de colaborar con la recuperación y puesta en valor del Trasbordador, acercó a la Fundación x la Boca al restaurador Ricardo Marchese, quien invitó a la presidente del área metales del ICOM, Sra. Theile. Fuimos recibidos por su Director, Sr. Antolín Magallanes y el Ing. Fernando Fornas, quien desde hace largo tiempo colabora en representación del Centro Argentino de Ingenieros.
Uno de los íconos de La Boca, el viejo y, erróneamente llamado, Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, aguarda silencioso su recuperación, su puesta en valor (1).
Construido entre 1908 y 1914 para unir las riberas del Riachuelo entre La Boca y la Isla Maciel, fue traído en barco desde Inglaterra y armado aquí. En ese momento daba solución a una necesidad: a diario, aproximadamente, 17.000 trabajadores debían efectuar en bote el cruce del río. El puente significó un gran avance facilitando enormemente la comunicación entre ambas orillas. Con las pinturas de Benito Quinquela Martín el puente fue adquiriendo trascendencia no sólo a nivel nacional sino también internacional.
Uno de los íconos de La Boca, el viejo y, erróneamente llamado, Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, aguarda silencioso su recuperación, su puesta en valor (1).
Construido entre 1908 y 1914 para unir las riberas del Riachuelo entre La Boca y la Isla Maciel, fue traído en barco desde Inglaterra y armado aquí. En ese momento daba solución a una necesidad: a diario, aproximadamente, 17.000 trabajadores debían efectuar en bote el cruce del río. El puente significó un gran avance facilitando enormemente la comunicación entre ambas orillas. Con las pinturas de Benito Quinquela Martín el puente fue adquiriendo trascendencia no sólo a nivel nacional sino también internacional.
Usina del Arte
Ideada originalmente para proveer energía eléctrica a la floreciente industria de la zona, esta construcción que data del año 1914 ahora se renovó para albergar a la primera sala para música sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires.
Descripción del edificio
Ubicado en la Avenida Pedro de Mendoza entre y Caffarena Av. Benito Perez Galdos con acceso por Caffarena al 1, en el barrio de La Boca, fue construido por la Compañía Italo Argentina de Electricidad con proyecto del arquitecto J. Chiogna. Los trabajos para la construcción empezaron a mediados del año 1914, y puesta en servicio en los primeros días de enero de 1916. Tuvo sucesivas ampliaciones en los años 1919 y 1921 para aumentar el suministro de energía eléctrica que demandaban los establecimientos fabriles instalados en una ciudad que, además, crecía aceleradamente, y debido también a la electrificación de las redes tranviarias. La usina ocupa una superficie de terreno de 7.500 m2; su morfología y materialidad tienen reminiscencias de un palacio florentino.
jueves, 23 de agosto de 2012
La Casa Amarilla del Almirante Brown
En 1812 el Almirante Guillermo Brown adquirió una extensión de terreno cercano al Riachuelo en Barracas y la Boca actual, al padre José Ramón Grela. Allí establecería una quinta y construiría la casa que sería su hogar.
A fines de 1813 trajo a su familia de Inglaterra, integrada por su esposa inglesa, su primogénita Eliza nacida el 31 de octubre de 1810 y su hijo Guillermo, nacido el 13 de febrero de 1812, ambos también ingleses de nacimiento.
A principios de 1814 Brown ya tenía casa y quinta; la primera estaba situada en lo que hoy es Av. Martín García 584, al lado de la sucursal del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, y la quinta tenía 350 varas de frente por 315 de fondo. Vivió allí desde 1813 hasta 1815 y de 1821 hasta su muerte acaecida el 3 de marzo de 1857.
La casa era de dos pisos de planta rectangular y a su frente, sobre dos columnas se levantaba un balconcito en la ventana central del piso superior. Era sencilla y a su frente tenía un portón que por sus dos lados tenía una reja de hierro alternada con soportes de mampostería. Conocemos el frente porque existen fotografías de la casa de Brown y podemos afirmar que había dos pequeños jardines a ambos lados de la puerta y dos cipreses se alzaban en el espacio que quedaba entre el portón y la entrada.
En esa casa y en esa quinta el Almirante Brown y su familia vivieron los avatares de la guerra de la Independencia y la apoteosis del triunfo, con la victoria naval de Montevideo y la caída de la plaza del mismo nombre. Allí se prepararon los planes de la famosa campaña corsaria del Pacífico de 1815/1817, en la que salió al mar contra las órdenes del gobierno y que pagó con un largo juicio, su pase a retiro y la retención de los bienes, incluida su casa, que dispuso el Gobierno, hasta fines de 1821 en que todo le fue restituido, no sin pleitos ni sinsabores. Fue por ello que Brown no habitó su casa desde 1815 hasta 1821 y su familia no lo hizo desde 1817 hasta el año de restitución de los bienes.
Salía de su casa, tomaba el camino "nuevo" o avenida Almirante Brown y llegaba hasta el Arsenal de Marina, en la Vuelta de Rocha. Lo hacía a caballo y recorría la ribera del Riachuelo, donde estaban las barracas, llenas de cuero para exportar. Después de la paz con el Brasil, el Almirante Brown, que nunca intervino en acciones de guerra civil, se dedicó al cuidado de su quinta, pero el bloqueo anglo-francés lo puso de nuevo al frente de la Escuadra. Brown cultivaba verduras y frutales y lo hacía personalmente.
Cuando su adversario de la guerra contra el imperio del Brasil, el Almirante Juan Pascual Grenfell, lo visitó se extrañó verlo emplearse en tan humildes menesteres y le expresó lo mal que pagaban las repúblicas a sus abnegados servidores. Entonces Brown le contestó que para él no valían honores y distinciones cuando todo terminaba en seis pies de tierra.
En ésa su casa, falleció el 3 de marzo de 1857. Buenos Aires y la Confederación le rindieron honores a pesar de estar entre ambas en guerra.
Este solar ha sido llamado por la tradición "Casa Amarilla" y se dice que dio nombre a toda la zona.
Hacia 1975 la Comisión de Homenaje del Bicentenario del Nacimiento del Almirante Brown proyecta la construcción de una réplica de lo que fuera el hogar del Gran Almirante.
Texto extraído del artículo "La Casa Amarilla del Almirante Guillermo Brown", de Laurio Destéfani.
Fuente: Instituto Nacional Bronwniano
Link: http://www.inb.gov.ar/brown_casa_amarilla.htm
lunes, 20 de agosto de 2012
La Junta Autentica de Historia y Cultura celebro un nuevo aniversario del barrio de La Boca
Con motivo de conmemorarse el 142° aniversario de la autonomía del barrio de La Boca, la Junta Auténtica de Historia y Cultura de La Boca del Riachuelo realizó un acto en el que disertó su presidente, el escritor e historiador Rubén Rodriguez Ponziolo. El tema de su ponencia fue "La Boca en el tango y el tango en La Boca", siendo presentado el orador por el arquitecto Horacio J. Spinetto. La charla se desarrollo en la sede de la Agrupación Impulso, Lamadrid 355, el sábado 18 de mayo pasado y contó con una muy nutrida y calificada concurrencia, destacándose la presencia de directivos de la asociación anfitriona: su presidente Omar Gasparini, su vicepresidente Diego Barovero y su secretario Eduardo Martiné, además de vocales de su comisión directiva. En representación del Ateneo Popular de La Boca la destacad escritora Susana Botto en su carácter de secretaria general del mismo, acompañada de su esposo Rudolf Scherer. También asistieron dos personalidades de relevante actuación en dicha entidad por muchas décadas el doctor Humberto Ghermeck y su esposa la señora Celia Marcellino de Ghermeck. Otras destacadas personalidades de la vida boquense como Alberto Molinari, Lito Discioscia, Martha Orengo Caffarena, Nelda Wheeler, Walter Caporicci Miraglia, Omar "Toro" Musis, Dora Herminia Tadini de Rodríguez y los integrantes de la Junta: Carlos Semino, Eduardo Alvelo, Marcelo Weissel, Roberto Naone De Palma, Edgardo Salvemini, Angel Osciglia, entre otros. También se distinguió a tres personalidades de la vida artística y cultural de La Boca con el otorgamiento del "Boquense Auténtico" al plástico e iconista Pedro Facchini, al poeta y escritor Héctor Miguel Angeli y a la actriz y dramaturga Patricia Zangaro.
lunes, 6 de agosto de 2012
“Es el momento histórico de los museos”
María Cristina García Pintos de Sábato: una platense al frente del emblemático museo Quinquela Martín ubicado en La Boca. La importancia de acercar el arte a la gente
“La museología es una ciencia social muy importante, que hoy muestra la identidad de un país y que permite que alrededor de ella se muevan muchísimos recursos económicos. Los museos artísticos actuales son inclusivos, interactuados y sería muy auspicioso que los de La Plata, con la trascendencia cultural de la ciudad, compartieran estos objetivos. Es el momento histórico de los museos”, dice la museóloga María Cristina García Pintos de Sábato, directora desde 1999 del museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín que se alza en la Vuelta de Rocha.
“La museología es una ciencia social muy importante, que hoy muestra la identidad de un país y que permite que alrededor de ella se muevan muchísimos recursos económicos. Los museos artísticos actuales son inclusivos, interactuados y sería muy auspicioso que los de La Plata, con la trascendencia cultural de la ciudad, compartieran estos objetivos. Es el momento histórico de los museos”, dice la museóloga María Cristina García Pintos de Sábato, directora desde 1999 del museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín que se alza en la Vuelta de Rocha.
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