La Boca fue ayer muy convocante: hubo inauguraciones en Proa y la Usina del Arte, mientras que el Museo Quinquela Martín revelaba secretos de su archivo
El Distrito de las Artes, en el corazón del barrio de La Boca, fue ayer el centro de una jornada cultural de gran convocatoria que incluyó la apertura de la muestra Arte en escena, en Proa, y la presentación al público del archivo Benito Quinquela Martín, en el museo de bellas artes que lleva el nombre del pintor. Además de recorrer las galerías de la zona que también se sumaron a la movida, ya de noche el público pudo disfrutar de una fiesta con DJ organizada por la Usina del Arte en la plaza seca ubicada debajo de la autopista a La Plata. Allí, no sólo la gente bailaba al ritmo de la música: también parecían bailar las luces azules de la instalación Notas de Luz, de Gachi Hasper, que le cambió la cara a ese espacio antes solitario y oscuro.
"Esto es uno de los proyectos que financió la Ciudad por medio de (la ley de) Mecenazgo -explicó Lopérfido a Télam-, una de las iniciativas que se aprobaron y a la cual nos acoplamos rápidamente con la idea de construir e impulsar fuertemente un distrito declarado de las artes".
A su entender, "se trata del primer paso de algo fabuloso. Tenemos una obra de Leandro Erlich enfrente y otra Gachi Hasper acá en La Boca, no en el centro ni en la zona norte de la ciudad, el barrio se va a convertir en un emblema de las artes", vaticinó.
La Usina del Arte es anfitriona de “La democracia del símbolo“, primera obra site-specific de Leandro Erlich en nuestro país, que toma al Obelisco porteño – ícono de la Ciudad de Buenos Aires – como eje central de un proyecto de arte público monumental.
De esta manera, simbólicamente se busca mudar el centro de la Ciudad a los barrios del Sur. La obra es una reproducción a escala real del ápice del Obelisco, que hasta el momento se exhibía en la explanada de MALBA.
Bandas del tela cubrieron la fachada. Participaron 50 instituciones ligadas a la vida y el legado del artista. Y chicos de escuelas porteñas.
Niño expósito, abandonado en la ex Casa Cuna cuando contaba con aproximadamente tres semanas de vida, Quinquela Martín tuvo a la incertidumbre como respuesta a su filiación y día exacto de nacimiento. Y aunque se fijara el 1° de marzo como su fecha de cumpleaños, el Museo Benito Quinquela Martín considera todo el mes de marzocomo una oportunidad de conmemoración, homenaje y festejo.