Turistas en la mira: vecinos de La Boca denuncian que hay más robos en el barrio

Hay asaltos a comercios y arrebatadores que atacan a turistas en los alrededores de Caminito. En la fiscalía también dicen que subieron los hechos violentos. La gente pide más agentes de Prefectura.

Bolsos, mochilas, cámaras de fotos. En la zona turística de La Boca, punguistas y arrebatadores esperan un descuido de los turistas.

Los turistas llegan a la Boca en busca del pintoresquismo porteño que ven en las guías. Casas de chapas y colores, un extraño y atractivo río oscuro, tango, la Bombonera y las cantinas italianas. Pero muchas veces, del ensueño a la pesadilla hay un paso. Eso es lo que padecen muchos visitantes de este barrio porteño. Allí, en una zona que se podría delimitar entre la avenida Almirante Brown, los terrenos de Casa Amarilla, y las calles Espora y Suárez, los comerciantes y vecinos denuncian que en los últimos meses se incrementaron los asaltos y arrebatos porque bajó la custodia de Prefectura.

Usualmente las víctimas son los visitantes extranjeros. “Con ellos es algo cotidiano”, repiten en estas cuadras. Y lo confirman las fuentes judiciales consultadas por Clarín: “Hay muchos delitos, sobre todo al voleo y a turistas. Y también subieron los hechos violentos ”. Por eso, para los habitantes del barrio no existe un código de inmunidad. Y también sufren el problema.

Diez días atrás, dos jóvenes arriba de una moto irrumpieron en un estacionamiento ubicado en la calle Wenceslao Villafañe, a metros de la cancha de Boca. Amenazaron al encargado con un cuchillo y se llevaron 700 pesos de la caja.

De acuerdo al relato de los vecinos, hay dos grupos de ladrones. “Los oportunistas que asaltan a turistas son pibes del barrio, que aprovechan que los gringos pasan distraídos con mochilas o sacando fotos, les roban y se meten en los conventillos”, cuenta un hombre de la cuadra de Martín Rodríguez al 400. Según su relato, llegan a la zona muchos pibes de la Isla Maciel (del otro lado del Riachuelo, en Avellaneda). “Esos son los que se meten con los negocios y la gente del barrio”, resume.

Sandra, dueña de un restorán ubicado sobre Martín Rodríguez, valora que jamás haya sufrido un asalto dentro de su local. Sin embargo, jura que “vemos muy seguido cómo les afanan a los turistas”. La mujer explica: “Cuando vienen extranjeros a comer acá les recomendamosque no anden exhibiendo objetos de valor y que lleven las mochilas adelante y estén atentos. Y que en determinadas zonas no se metan. Muchos nos hacen caso y otros no. Y vemos seguido cómo los roban ”.

Fuentes de la fiscalía descentralizada de La Boca explican que cuanto más lejos se van los extranjeros de las zonas turísticas (básicamente, Caminito), más aumenta el riesgo. “Tal vez son delitos menores, pero le hacen un gran daño al turismo”, admiten desde allí.

En general, los oportunistas recorren las calles del barrio arriba de una moto y, cuando observan una potencial víctima, manotean las carteras, mochilas, cámaras o celulares. Y no dudan si se tienen que poner violentos. “Hemos visto cómo arrastran mujeres que no quieren soltar sus cosas, o les pegan patadas ”, cuenta Fernando, un comerciante de la calle Villafañe.

En la fiscalía reciben las denuncias que los turistas hacen en las comisarías del barrio. Meses atrás, en un allanamiento en un conventillo, recuperaron objetos robados a extranjeros gracias a que un teléfono emitía la señal de su ubicación. “Desbaratamos así a una banda. Incluso le mandamos por correo el teléfono a la víctima, a Francia. Se debe haber sorprendido”, comentaron en la fiscalía.

Los vecinos del barrio aseguran que los robos bajaron mucho en los últimos dos años gracias a la presencia de Prefectura. Sin embargo, en los últimos meses notaron una merma importante en la cantidad de efectivos de a pie que recorren La Boca. “Se los ve pasar en patrulleros pero ya no hay tantos caminando”, dice Fernando.

Clarín habló con dos integrantes de Prefectura que patrullan el barrio y ellos admiten que hay menos efectivos que antes, y que eso responde a un problema de salarios y de personal que abandona la Fuerza. No obstante, aseguraron que la situación no es dramática. “No es tan complicado como en otros barrios. Lo que pasa es que muchos turistas salen a caminar y se distraen o quieren llegar solos a la Bombonera y ahí pierden ”, dijo uno de los oficiales.

Los comerciantes también se quejan porque no se sienten protegidos por la Federal ni la Metropolitana. “No hacen nada, las cámaras están por todos lados y no controlan. Todo mejoró con Prefectura, pero pareciera que ahora no le alcanza la gente”, se quejó Raúl, detrás de las rejas de su casa.

Fuente: Clarin

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