lunes, 14 de septiembre de 2015

Un candidato que no se saca la camiseta

Cinco manzanas que debían destinarse a viviendas sociales pasarían a manos del club que preside el macrista Angelici.


El gobierno de Mauricio Macri vuelve a la carga con su intención de venderle los terrenos de Casa Amarilla a Boca Juniors. Originalmente, esas tierras estaban destinadas a viviendas sociales. Luego de resistirse a fallos judiciales, la gestión PRO construyó el 10 por ciento de las viviendas que se proyectaban originalmente y dejó el resto de los terrenos disponibles. 

Según una investigación del dirigente del Partido Social Facundo Di Filippo, el Ministerio de Desarrollo Económico porteño está considerando una propuesta de Boca que ya tiene consenso en la Corporación del Sur. Son cinco manzanas que pasarán a manos privadas. 

“Esta presentación de Boca comprueba lo que venimos denunciando desde 2008: Boca se quiere quedar con el excedente que no se utilizó para viviendas sociales en Casa Amarilla”, advirtió Di Filippo.

Todo sucede como si se tratara de una casualidad permanente. Primero se resistieron a hacer las viviendas sociales. En 2008, este diario publicó un documento del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) en el que le sugerían a Boca la posibilidad de obtener los terrenos. Luego construyeron una parte de las viviendas y el resto de los terrenos pasaron a un fideicomiso en manos de la Corporación del Sur. Más tarde avanzaron con proyectos para rezonificar los terrenos restantes –que siguen al acecho en la Legislatura– y habilitar la venta. La cronología no deja lugar a dudas de hacia dónde avanza el gobierno de Macri (ver aparte).

Una nota del gerente de Desarrollo Económico de la Corporación del Sur, Carlos Sanguinetti, dirigida al Ministerio de Desarrollo Económico, da la clave de que la iniciativa está avanzando. En ese documento, Sanguinetti cuenta que el 26 de agosto recibieron una nueva propuesta de Boca Juniors para comprar los terrenos. El funcionario macrista hace suyos los argumentos del club y señala que “el desarrollo del proyecto integral contribuirá a la mitigación de las grietas urbanas ya existentes, aportará un incremento al aprovechamiento de los espacios públicos y generará una mejora en la integración socioeconómica del barrio”. Las palabras están tomadas directamente del proyecto de Boca. Según fuentes del gobierno porteño, la propuesta del Club ya cuenta con la aprobación tácita de la Corporación del Sur y sólo falta el visto bueno de Desarrollo Económico, que conduce Francisco Cabrera.

El club, dirigido por macristas, les envió a los funcionarios PRO un extenso proyecto titulado Plan de Desarrollo y Mejoramiento Urbano Boca Social, firmado por el presidente de Boca Daniel “El Tano” Angelici, uno de los hombres de mayor confianza de Macri. Allí propone privatizar exactamente los terrenos que fueron declarados en emergencia urbanística por la ley 2.240. Propone comprar los 32.545 metros cuadrados por un precio total de 115 millones de pesos, con un plan de pagos de 22 cuotas semestrales y un 18 por ciento de tasa de interés fija en pesos, con 3 años de gracia. El 5 por ciento del total se haría al contado al momento de la compra. El pago completo se haría en 14 años.

El desarrollo urbano que propone Boca Juniors no se limita a extender las edificaciones del club, sino que propone un desa- rrollo urbano que abarca fines comerciales y turísticos. En el proyecto, consideran que los terrenos de Casa Amarilla son “un espacio muerto en el tejido urbano: terrenos desolados, carentes de uso y atrayentes de hechos delictivos”. “La Boca tiene mala fama, a pesar de no ser el barrio más inseguro de la Ciudad de Buenos Aires”, sostiene el documento del club dirigido por Angelici, que incluso se dedica a identificar ocho “zonas peligrosas” del barrio. En cambio, indica que el proyecto inmobiliario servirá para dar mayor seguridad, “beneficiar a los vecinos del barrio” a partir de la creación de un polo recreativo y turístico. “Si no tuviera esta promoción turística quizás el barrio de La Boca seguiría teniendo la misma cantidad de ratas, el mal servicio de recolección de basura y la inexistente iluminación”, asegura, con desparpajo, el documento de Angelici.

En los terrenos que quieren comprar, Boca Juniors propone hacer: una cancha para diversos deportes, un edificio para el “programa cultural social” del club, otro para la administración de Boca, un puente peatonal sobre las vías, una biblioteca, un museo, una galería de arte, un gimnasio, playas de estacionamiento y una fuente como atracción turística, además de inaugurar el Camino del Xeneize. El documento de Boca Juniors sostiene que, con estas obras, espera sumar “90 mil socios adicionales en los próximos tres años”.

“Tenían que construir cuatro mil viviendas. En el gobierno de Telerman, se achicó a 1300 viviendas. Con Macri, no se construyeron hasta que un fallo judicial lo obligó. Construyeron, al final, 400 viviendas”, indicó

Di Filippo. “En un barrio que tiene una ley urbanística y ambiental por la cual no se ha hecho nada desde 2006, es llamativo que esas tierras se destinen a una institución privada”, señaló el ex legislador porteño.

“El negocio inmobiliario va a hacia el sur –detalló Di Filippo–. Empezaron con el Distrito de las Artes. El proyecto de Boca indica la voluntad del mercado inmobiliario de avanzar sobre ese barrio.” “Como hincha y socio de Boca, me da vergüenza que mi club haga esto”, finalizó el dirigente del Partido Social.

Fuente: Página 12 

Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-281547-2015-09-13.html 

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