Los últimos clásicos del fútbol argentino entre los equipios Boca Juniors y River Plate terminaron con fuertes polémicas, lo cual intensificó la rivalidad histórica que existe entre los aficionados de los dos clubes más importantes del país.
Sin embargo, detrás de la contienda futbolística, que hoy tiene al club "millonario" en lo más alto tras ganar las copas Sudamericana y Libertadores al eliminar a su rival, hay una historia de ayuda y solidaridad hacia los sectores sociales más postergados.
El Boca y el River trabajan desde hace un tiempo de manera conjunta con sendos programas de ayuda social, el cual inició el club "xeneize" hace más de 10 años y sirvió como modelo a la nueva dirigencia del actual campeón de América.
El programa "Boca Social", instaurado en 2004, tiene la misión de promover la integración y la inclusión de la comunidad en su conjunto, con prioridad a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
"Trabajamos por el crecimiento de la familia Xeneize, con el compromiso y el corazón puesto en mejorar la realidad de los sectores más vulnerables", declaró el dirigente Enzo Pagani, presidente de la organización.
El club ubicado en el barrio de La Boca, en el sur de la ciudad de Buenos Aires, llega a los sectores más vulnerables de esa zona para atender en primera instancia a niños, niñas y adolescentes.
Entre las principales actividades figura un Centro de Estimulación y Desarrollo, un programa para la Tercera Edad, becas de estudio y una escuela de fútbol para chicos con discapacidad intelectual.
Esa acción solidaria desplegada por el Boca sirvió de espejo para quienes asumieron la dirigencia de River Plate a finales de 2013, momentos en que la institución vivía una grave crisis institucional y económica.
Por eso, Ignacio Palma, designado por el presidente Rodolfo D'Onofrio para comandar la "Fundación River Plate", se puso rápidamente en contacto con sus pares del Boca para conocer la experiencia de ese club en materia social.
A través de programas educativos, culturales, deportivos y sociales, el club ubicado en el barrio porteño de Núñez, en el norte de la capital argentina, busca alentar el desarrollo integral de personas que viven en condiciones de vulnerabilidad.
Entre otras ayudas se resalta la entrega de becas a chicos de la Villa 31, uno de los lugares más marginados de la ciudad de Buenos Aires, para que puedan estudiar en un contexto de mayor comodidad.
Si bien no son los únicos clubes argentinos que desarrollan programas de asistencia social, el hecho de que el Boca y el River puedan trabajar en un clima de diálogo cordial supone un gran ejemplo para el resto de las instituciones.
De esa forma, el deporte que más pasión genera entre los argentinos ofrece su versión más destacable al ofrecer ayuda a los más necesitados y deja de lado, al menos por un momento, la rivalidad que tantas veces provoca hechos repudiables.
Fuente: Spanish people
Link: http://spanish.peopledaily.com.cn/n/2015/0819/c31615-8938316.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario