Niño expósito, abandonado en la ex Casa Cuna cuando contaba con aproximadamente tres semanas de vida, Quinquela Martín tuvo a la incertidumbre como respuesta a su filiación y día exacto de nacimiento. Y aunque se fijara el 1° de marzo como su fecha de cumpleaños, el Museo Benito Quinquela Martín considera todo el mes de marzocomo una oportunidad de conmemoración, homenaje y festejo.
Este año continuando con la intención de dar relevancia en el calendario a la fecha de nacimiento de Benito Quinquela Martín, La Boca se llenó de colores en una propuesta que sirvió como un encuentro entre la comunidad y su historia cultural.
La intervención “Abrazo de colores para Quinquela” se realizó ayer y consistió en cubrir la totalidad del frente del edificio con bandas de telas de colores, cada una de las cuales representaba a una institución social o cultural, vinculada al Museo, a Quinquela y a su legado.
Cada una de las bandas llevó adosada una imagen provista por cada una de las instituciones participantes, referida a su historia, presente o proyectos futuros.
Además, sobre las barandas del paseo costero “Carlos Bello”, en un tramo de aproximadamente 100 metros (entre la calle Palos y la Vuelta de Rocha) se realizó una intervención similar. Allí, las bandas de colores que se colocaron sobre las barandas, llevaban adheridas fotografías, dibujos, textos y mensajes, aportados por alumnos de escuelas porteñas.
Más de 50 instituciones se acercaron para adherir a la propuesta. Entre ellas, las embajadas de Suiza y México, el Ministerio de Educación de la Ciudad, el Comité Internacional de Museos (ICOM), la Defensoría del Turista, la Comisión de Educación de la Legislatura, Policía Federal Argentina, Interpol Argentina, Fundación Proa, Distrito de las Artes, SOS Infantil, Casa Rafael, Comunidades educativas del distrito 4º, Teatro de La Ribera y el Hospital Odontológico Quinquela Martín, entre otras.
Donde ahora funciona el Museo, había una fonda del puerto donde la madre de Quinquela trabajaba como empleada doméstica. Cuando el artista empezó a tener éxito con su obra y logró cierto bienestar económico, decidió comprarlo.
Al poco tiempo lo donó y se destinó por expresa voluntad suya para que se construyera el museo, un lactario, un hospital odontológico, una escuela primaria, una escuela técnica de artes gráficas y un teatro, el hoy Teatro de La Ribera.
El edificio, ubicado en Pedro de Mendoza 1835m se convirtió en un símbolo de La Boca y en 2011 por iniciativa del Ministerio de Educación porteño (de quien depende el complejo) y la Comisión Nacional de Monumentos fue declarado Monumento Histórico Nacional, con lo que aumentó el grado de protección sobre la obra que Quinquela dejó para el barrio y la Ciudad.
Fuente: Clarín
Link: http://www.clarin.com/ciudades/Boca-lleno-colores-homenajear-Quinquela_0_1537046694.html
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