Astolfo Enrique Gianni es protagonista de un hallazgo singular: rescató planos centenarios que sirvieron para construir lo que es hoy la Usina del Arte, pero cuando era una central eléctrica. Y también los planos de otras subestaciones de la mítica Compañía Italo Argentina de Electricidad.
Usina del Arte. Fue inaugurada en 2012 reciclando el edificio de la Italo que se construyó en estilo Románico Lombardo en 1916.
Esta no es la historia de un coleccionista que se puso a bucear en archivos secretos hasta dar con un incunable. Hace 25 años, Astolfo vio dos viejos carpetones tirados en el piso de las oficinas de Edesur, donde trabajaba, y sintió la irrefrenable necesidad de guardarlos.
Testimonio. Una foto de las tantas que se encontraron que relata la construcción de la Usina de La Boca.
Gianni tiene 78 años que no se le notan para nada. Los planos, 104. Ambos están perfectos, pero los papeles exhiben un grado de fragilidad alarmante.
Planos. Esta carpeta contiene el proyecto de instalación de la usina, planos coloreados a mano que miden más metro y medio de largo.
Todo esto empezó en 1992, durante la privatización de Segba. “En ese momento, los planos se escaneaban y los originales se tiraban. Así los encontré y me los llevé a casa. Después me olvidé”, explica divertido con la casualidad.
Planos. Una de las carpetas rescatadas contienen toda la arquitectura de la central eléctrica que funcionaba en Avenida Pedro de Mendoza y Pérez Galdoz.
Hace unos meses, dispuesto a sacarse de encima los que no necesitaba con miras a mudarse, Gianni descubrió los viejos planos y los llevó a donde pensó tenía más sentido llevarlos: al edificio insignia de la Italo, la usina de la Boca ahora convertida en la Usina del Arte.
Hoy. la Usina de las Artes convirtió el edificio de las turbinas en gran sala de exposiciones. Donde estaban las calderas, ahora está la gran sala sinfónica.
Astolfo no es un nostálgico, le gustan las cosas de calidad, como los planos que encontró. Es arquitecto, y parece que lo hubiera sido toda la vida. Sin embargo, se recibió de grande, a los 38, después de haber comenzado como peón en la Compañía Argentina de Electricidad cuando tenía 20. Trabajó toda la vida en la misma compañía eléctrica mientras cambiaba de nombre y de dueños. Empezó en CADE, siguió en Segba como dibujante copista primero y arquitecto proyectista después, y terminó en Edesur.
Incunable. Uno de las carpeta con toda la documentación estilística del edifico de Pedro de Mendoza y de la Subestación Tres Sargentos.
Las carpetas que rescató están cubiertas por lo que fue alguna vez un fino entelado negro con letras estampadas de oro. Apenas se puede leer que una dice: Usina principal Pedro de Mendoza y tipo de sub-usina. Y la otra: Proyecto de Instalación. Eso sí, en esta última se lee bien clarito: Buenos Aires, junio de 1913.
Industrial. Una foto de época que muestra la sala de turbinas, hoy gran sala para exposiciones.
La Usina se construyó en dos etapas, la primera se terminó en 1916 y abarcó el edificio principal, ese que está en Pedro de Mendoza y Pérez Galdós y forma la parte más importante de la Usina del Arte actual. Si se lo mira con detenimiento, detrás de toda esa ornamientación que lo hace parecer un castillo medioeval, se puede ver que no es más que un enorme cuerpo rectangular de ladrillo visto, con basamento de piedra gris y detalles que parecen de piedra más clara. En donde hoy funciona el Auditorio Sinfónico, funcionaban las calderas. Y al lado, en el segundo piso, dondé está ese enorme espacio abierto que se llama la Nave Mayor, estaban las turbinas.
Sinfónica. La sala de calderas se convirtió en una de las salas sinfónicas más importantes del país.
Los planos de Gianni dan cuenta de todo eso con detalle. Fueron elaborados antes de la construcción de ese coloso energético y estilístico. Dentro de la carpeta más grande, plegados, aparece la instalación de la Usina de La Boca en dibujos coloreados con acuarela. Dibujos precisos y exhaustivos, delicadamente construidos en cada detalle, con una pasión que excede la dedicación profesional para alcanzar un inocultable cariño por el dibujo.
La carpeta más chica contiene vistas de la Usina y fotos de su construcción. Como así también de la subestación Tres Sargentos, que todavía existe en el Microcentro porteño. Los trazos de tinta crean con perfección el estilo Románico Lombardo que tenían todos los edificios de la Italo.
Maquinas. La usina fue inaugurada en 1916, los planos rescatados se hicieron tres años antes.
Los dibujantes de estos planos, a principios del siglo XX, realizaron una síntesis gráfica que recrea ladrillo por ladrillo el elaborado estilo que impuso el arquitecto italiano Giovanni Chiogna, un revival estilístico en el que mezclaba detalles de las obras que conocía bien en el norte de su país.
El estilo buscaba recordar los castillos de la poderosa familia Sforza de Milán. Y también era motivo de orgullo para los inmigrantes italianos.
Además de su Usina de la Boca, Chiogna construyó seis sub-estaciones en Pacheco de Melo 3031, Balcarce 547, Montevideo 919, Tres Sargentos 352, Moreno 1808 y San Antonio 1077. Hoy solo quedan cuatro que adquirieron nuevos usos. En la de la calle Montevideo, por ejemplo, funciona el Museo de la Memoria o de la Shoá.
Los planos de Gianni esperan una precautoria restauración y una estrategia de conservación. Mientras tanto se planea mostrarlos al público durante la próxima Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires que se realizará en octubre próximo. En qué otro lugar que en la misma Usina, ayer “palacio de la luz”, hoy centro cultural.
Fuente: Clarín
Link: http://www.clarin.com/arq/arquitectura/rescatan-planos-centenarios-usina-arte_0_rJI2KYD_g.html
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