lunes, 16 de mayo de 2016
"Los refundadores": sacar a La Boca del olvido, la misión de los vecinos de toda la vida
Representan a la cultura, el ámbito académico y el comercio de un barrio con 112 agrupaciones sociales. Dicen que la zona “se oscureció”. Y proyectan mejoras. De un polo gastronómico a transporte en el Riachuelo.
Caminito es, según una aplicación basada en datos compartidos en Google, uno de los diez lugares más fotografiados del mundo. “La Boca tiene la incidencia de turistas más grandes de toda la Ciudad”, dice el vecino e historiador Diego Barovero. “El 80% de los turistas que llegan a Buenos Aires visitan nuestro barrio. No hay un tipo en el mundo que no haya venido al menos una vez a La Boca”.
lunes, 2 de mayo de 2016
La mujer que lava a mano las camisetas de los jugadores de Boca
Julia Fieres vive en el primer piso de la Bombonera. "Es lo mejor que me pudo pasar. Boca es sagrado", se emociona.
"Llegué a lavar las camisetas en muletas", dice Julia, la lavandera de Boca.
Cuando juega Boca, la casa de Julia Fieres sigue la lógica de un pequeño terremoto. Ubicada en el primer piso de La Bombonera, alberga un secreto: allí vive quien es la lavandera oficial del club desde hace medio siglo.
"Llegué a lavar las camisetas en muletas", dice Julia, la lavandera de Boca.
Cuando juega Boca, la casa de Julia Fieres sigue la lógica de un pequeño terremoto. Ubicada en el primer piso de La Bombonera, alberga un secreto: allí vive quien es la lavandera oficial del club desde hace medio siglo.
¿Qué ocurre en la cancha de Boca después de un partido? Viva pasó la noche en La Bombonera y registró lo que hay tras el fin de fiesta: personajes, fantasmas y leyendas.
Cazafantasmas: así se los llama a quienes se ocupan de succionar la basura de post-partido.
Dormir en La Bombonera todavía no es una oferta turística, pero la aventura periodística de acurrucarse en las entrañas de La Boca puede servir como experiencia religiosa, planteo existencial y hasta estado de meditación. Todos hablan de La Bombonera sísmica en funcionamiento. ¿Pero cómo es de madrugada? ¿Quién la custodia? ¿Quién vive allí? ¿Cómo son su ritmo y su sonido? Ganó Boca y ¿después del partido, qué? Un viaje a otra dimensión para narrar el camino inverso: el desarme y el silencio. Doce horas de exploración por la bella durmiente de cemento.
¿Hay que mudar o no la Bombonera?
La tradición Vs, las necesidades del Siglo XXi ¿Qué pasará con el viejo templo?
Va una declaración de principios, aunque haya riesgo de alguna causa por abuso de nostalgia: la Bombonera de hoy es menos hospitalaria que la de anteriores décadas. No se trata aquí de defender una épica setentista ni de colorear fotos de la infancia. Ir a la cancha de Boca en aquellos años era objetivamente más fácil, económico y placentero que ahora, sobre todo cuando el equipo ganaba (cosa que ocurría muy a menudo en las épocas del Toto Lorenzo, del 76 al 79).
Va una declaración de principios, aunque haya riesgo de alguna causa por abuso de nostalgia: la Bombonera de hoy es menos hospitalaria que la de anteriores décadas. No se trata aquí de defender una épica setentista ni de colorear fotos de la infancia. Ir a la cancha de Boca en aquellos años era objetivamente más fácil, económico y placentero que ahora, sobre todo cuando el equipo ganaba (cosa que ocurría muy a menudo en las épocas del Toto Lorenzo, del 76 al 79).
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