“¡Muertos salimos de La Boca!”, gritó rabiosa una mujer al finalizar la marcha en reclamo de la implementación “inmediata de un plan de viviendas para el barrio”. Unas mil personas en situación habitacional irregular se apostaron ante el cordón de efectivos policiales que custodiaba la entrada del predio de Casa Amarilla y denunciaron que las 195 viviendas que ahí se construyen “no son para los vecinos”. Las organizaciones sociales, gremiales, docentes y de inquilinos partieron del emblemático puente transbordador Nicolás Avellaneda y caminaron a lo largo de diez cuadras por Almirante Brown para repudiar los desalojos que en tres meses sufrieron unas 200 familias y para frenar los once que, dicen, restan concretar. “Queremos que se declare la emergencia habitacional”, reclamaron.
“Macri, La Boca no es tu empresa”, bregaba uno de los tantos carteles de cartón. La crisis habitacional del barrio no es nueva. Los conventillos, tampoco. Sin embargo, un paquete de medidas aprobadas por la Legislatura porteña, como la creación del Distrito de las Artes, que incluye a ese barrio, llevó a que las tierras cotizaran más. Esa, entre otras siete problemáticas, estaba incluida en el petitorio que hoy entregarán en la Legislatura, la Jefatura de Gobierno y la Justicia porteña. “Hay una cantidad inmensa de viviendas ociosas acá, ahora como empiezan a subir, los dueños, que siempre tuvieron vacío el lugar, las quieren vender. Las personas quieren tener un lugar donde vivir”, explicó Lorena Vázquez, de la organización social Aukache, de La Boca.